El hombre entra en La Colonia y toda ella rebosaba de niños jugando por todos los patios. Era un hombre extraño y de edad indefinida. Se veía que tenía un mensaje extraordinario que dar al mundo. Su voz era metálica, como la de un robot o un tombolero ya agotado...Se detiene en uno de los patios y:
"Plaf, plaf!! (dando palmadas). A ver, muchachos, dejad
de jugar al aro, a la pelota, al escondite, a la guerra, al pañuelo, al El
hinque, al robaterrenos, y todos esos juegos que jugáis todos los días sin parar..."
(Los chavales se paran)
"Os voy a hacer una pregunta y si sabéis contestarla os
doy esta chocolatina..." (Los niños rodean a ese hombre tan extraño y que
viste una especie de sotana de cura color verde...)
"La pregunta es ¿QUÉ ES LA POLÍTICA?"
Entonces un chico con expresión avispada y ojos vivaces,
levantó la mano y respondió:
"Política es algo que cuando hablas de ello te hace
enfadarte o cabrearte. Mis tíos cuando hablan de política se acaban enfadando,
a veces parece que se van a pegar."
Luego una niña intervino con voz muy aguda y chillona:
"Mi mamá dijo a mi papá un día que no hablara de
política en el trabajo, pues siempre había señores malos que le podían pegar o
regañar por hablar de eso, de política".
Otro chiquillo con gafas y algo tímido levantó la mano y dijo:
"Política es algo de los que mandan. Los políticos
salen en los periódicos y pueden mandarte a la cárcel si no les haces caso. Lo
oí en la radio un día."
Y otra niña algo sabionda y de más edad que el resto dijo:
"Política es una cosa complicada, pues cuando oigo
hablar a mi padre de política con mi abuelo, no entiendo nada."
El hombre de la túnica o sotana verde, se les quedó mirando.
Su mano derecha seguía alzando la chocolatina envuelta con papel de plata y una
faja impresa de colorines...
La Colonia estaba viva. Muy viva de niños, de ajetreo de
amas de casa cocinando, lavando, cantando, yendo a la compra con sus bolsas de
redes...
Entonces el hombre de la sotana verde con la chocolatina
alzada en su mano derecha levantó la voz y dijo:
"Niños y niñas de La Colonia. Habéis respondido con
sencillez y claridad a lo que en sí es una pregunta difícil. (¡Ahí va! ¡Qué
bien habla este señor! dijo una niña). Ahora os voy a contar un breve cuento
para que sepáis qué es la política.
"Había una colonia como la vuestra en un territorio muy
lejano, muy remoto, donde vivían familias alegres, con padres y madres y niños
como vosotros. Era una colonia donde había problemas de vez en cuando y la
gente a veces discutía, y los niños a veces también se insultaban y peleaban;
pero había una diferencia con el mundo de vuestros padres y en el que también
vosotros vivís. Allí cuando había problemas acudían a la asamblea de ancianos,
que eran los hombres y mujeres dotados de mucha experiencia y sabiduría.
Entonces, estas nobles personas se reunían, y después de sesudas
deliberaciones, llegaban a una solución. Anunciaban la solución o resolución
por medio de un mural que colocaban a la entrada de la colonia, la colonia
remota en el tiempo, y allí la gente leía las proclamas y todos las aceptaban
como norma o ley. O sea, normas como tenéis en los colegios, etc.
Aquella asamblea de ancianos y sabios, que eran los viejos
de la colonia, eran suficientes para vivir alegres, en paz y tranquilos. Todo
el mundo confiaba en ellos. Nadie discutía con ellos, ni tan siquiera se les
pasaba por la cabeza rebelarse contra los ancianos. Ellos eran la voz sensata y
definitiva ante los problemas de la colonia."
"Pero hete aquí, que un día una mujer que vestía de
hombre, o un hombre que vestía de mujer o nadie sabía si era hombre o mujer o
un bicho venido de otros mundos u otros territorios lejanos, pues se fue a
vivir a esa colonia. Tras ello o ella o él, vinieron otros personajes parecidos
y también empezaron a vivir en la misma colonia. Y así fue que un día uno de
ellos rompió un cristal, otro dejó de contribuir a la vida común de la colonia,
y fueron surgiendo problemas. Dichos problemas se llevaron a la asamblea o
consejo de ancianos y se tomaron las debidas resoluciones o soluciones. Pero
hete aquí que a la hora de resarcir a la colonia con la compensación justa y
adecuada que habían decidido los ancianos, estos personajes comenzaron a
protestar y a alzar la voz y a burlarse y negarse a resarcir a la comunidad
debidamente. Consideraron que aquello no era justo, que estaban siendo
discriminados y oprimidos sin sentido, que quiénes eran esos vejetes medio
chochos para gobernarlos, y cosas agrias y feas era lo que decían con mucho
odio en sus rostros; odio como nunca se había visto en aquella colonia, ni en
muchas otras colonias a la redonda en aquellos remotos tiempos."
"Entonces se rebelaron y decidieron que la justicia era otra, que del lugar de dónde ellos venían la justicia era otra, y decidieron formar un gobierno aparte dentro de la colonia. Entonces trajeron un robot con muchas luces que se encendían y se apagaban por la cabeza cuadrada y el pecho y le hicieron preguntas sobre si era justo contribuir a la comunidad por haberse equivocado con buena fe, si por romper un cristal sin saberlo era correcto "castigarlos" tan cruelmente con un trabajo común de la colonia, etc. Colocaban el robot entonces en una plataforma redonda metálica y se ponía a girar en redondo apuntando con una varilla metálica que sujetaba con la mano derecha hasta que paraba y
entonces de una cajita de las muchas que había en la plataforma en su perímetro, sacaban el primer papel que salía. Y allí estaba escrita la ley a seguir, que en estos casos fue a favor de los personajes: "Es una injusticia--decía el papel--que sin intención alguna y siempre con la mejor voluntad de mis clientes, se les haga pagar por algo tan injusto como estos hechos. Es por lo cual que declaro a mis clientes inocentes, y además exijo que se les compense con dinero en metálico de 400 táleros, por los daños causados." Leído lo cual a la asamblea de ancianos estos personajes comenzaron a actuar como les viniera en gana. Pero lo peor de todo fue que comenzaron a ganar a otros vecinos de la colonia (la colonia remota y lejana) a su causa y sus leyes-robot y a partir de entonces todo comenzó a gobernarse por la Política, pues el robot que utilizaban para gobernarse se llamaba POLÍTICA. Y ese robot se fue haciendo tan grande y tan fuerte que hoy día gobierna a todo el mundo y nos hace enfadarnos y cabrearnos y confundirnos. Dicen que POLÍTICA se ha convertido en un dios o diosa al cual todos parecen adorarlo sin darse cuenta y sin ver que POLÍTICA no tenía ni tan siquiera haber existido."
Entonces el hombre de la sotana verde dio la chocolatina al
primer niño que tenía cerca, pero luego de su bolso fue sacando más y más
chocolatinas que cubrió el cupo de todos los niños allí presentes. Al momento,
dio media vuelta y salió de La Colonia así como llegó. Un padre se acercó a los
niños y les preguntó: "¿Quién era ese hombre tan raro? ¿Qué os preguntó?
¿Qué quería? ¿Os hizo daño?" El niño de expresión avispada que había hecho
la primer pregunta le respondió: "Tan solo nos explicó la historia de
POLÍTICA, y nos ha dejado un poco tristes."