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domingo, 31 de marzo de 2013

EL ROSTRO DE F.


Ese rostro de F. lo recuerdo como un rostro tenso. Casi siempre tenso. La mirada era casi siempre dura y
arrogante.
En ocasiones podía sentirse de buen humor y gastaba bromas. Tenía sentido del humor. Es curioso: hay gente que no tiene sentido del humor. F. por suerte lo tenía y eso quería decir que allá, en algún sitio de su alma, había, esporádicamente, un fondo de tolerancia consigo mismo. Un “que le den” saludable. Pero la tensión y la mirada dura indicaban un estado de estar mucho tiempo a la defensiva. ¿Contra qué?
Suele ocurrir con gente de principios. Para asentarse en esos principios y mantenerlos hay que estar en continua defensa. Los enemigos acechan en forma de multitud de tentaciones. La inseguridad amenaza desde fuera y desde adentro. Tensión. La boca pequeña y los labios delgados siempre apretados.

Pero en ocasiones era ira. Violencia e ira. Había un límite a partir del cual su rostro se tornaba lívido; su mirada se volvía amenazante y vengativa. Entonces F. era peligroso. Pegaba a sus alumnos de forma sistemática y generalizada. Cogía el palo y arreaba a toda la clase en fila. El castigo era excesivo y desproporcionado.
Luego permanecía en silencio. Un silencio de turbulencias en camino de encontrar algún orden o sentido.

martes, 19 de marzo de 2013

LA COLONIZACIÓN DE URGAZT-NEPROL

El anciano Gertom leyó un pasaje del Libro de Inkam en voz alta:

“Sabes que hay una ciudad al final del camino donde vas a encontrar tu realidad y la realidad que corresponde a tu alma. El viaje se hace a través del espacio-tiempo. Has salido de una ciudad absolutamente olvidada para, una vez en camino, ponerte en viaje hacia tu destino. Es un viaje que requiere su arte de navegación y unos conocimientos para saber orientarse. Los paisajes son muy variados, las gentes con las que te tropiezas te suman o restan potencia para el viaje. Las ideas o valores con los que te vas tropezando te van sumando o restando potencia para proseguir el viaje. Pero mientras persista en ti la imagen de la ciudad hacia donde vas, poco a poco te irás aproximando. Es siempre un camino de aproximación, guiado por una chispa de esperanza en forma de visión. La anterior ansiedad se transformó en anhelo de esperanza y ahora el caminar es más seguro. Con tu renovada visión puedes descubrir más y más secretos ocultos entre las apariencias.”

Ninkar escuchaba mientras miraba hacia el Valle de Lorpowt. A su lado estaba Lina Linskra de la familia de los antiguos Linskra-amok. Pronto se habrían de casar en el Templo de Rishmadam para luego embarcarse hacia los inexplorados territorios de Urgazt-Neprol. Ellos serían parte de la banda de colonos de Nogolkap que habrían de fundar los primeros asentamientos; los primeros focos de civilización en esos desconocidos territorios. Así lo habían decidido.

lunes, 11 de marzo de 2013

EL RETORNO DE PESKIN "HAMMER" RODABALLO

Llegaba al poblado terriblemente cansado, pero ya a lo lejos percibió el descanso. Su fiel mula Nashka también comprendió que el viaje llegaba a su fin y sacó fuerzas de flaqueza. El poblado estaba anclado a la falda de una suave colina mirando al valle del Pecos. Desde allí se podía contemplar el desierto millas y millas a la redonda. Un desierto cubierto de mesquitales y rocas quebradas que parecía agotarse en un horizonte de lenta muerte.

Peskin “Hammer”Rodaballo volvía a su antiguo poblado viejo y cansado. A lomos de la mula llevaba como equipaje una oscura maleta de cuero cuarteado. Allí llevaba sus dos mudas, una pistola, su dentadura postiza de repuesto y la Biblia que había heredado de su padre Gantri Rodaballo Doe; que anteriormente había también heredado de su abuelo el predicador medio loco de Grandfalls, Pito Rodaballo.

Peskin había viajado por medio mundo y conocido gentes de toda clase y sustancia. La sustancia humana le sabía amarga. De todas las personas que recordaba tan solo dos habían calado en su corazón y memoria. Dos personas buenas que habían sabido comprenderle aun en los momentos más duros y tristes cuando el mundo parecía haberse transformado en un valle de hielo poblado de alimañas hambrientas. Y sin embargo Julie Klein supo comprenderle y devolverle la vida cuando parecía que todo estaba perdido en la ciudad de Zurich. Muerta ella todavía joven, Marie Lesselle fue la nueva mujer que se arriesgó a compartir su indefinida vida a través de Francia e Inglaterra. De aquella familia habían nacido dos hermosos niños que pronto se hicieron hombres para luego separarse y vivir en países diferentes. Por lo demás solo le quedaba la estela amarga de nunca haber podido comprender a las personas, ni tan siquiera a sí mismo. En aquellos países lejanos recordaba su pasado como una pesadilla de noches tristes bajo el cielo del horizonte del desierto de su infancia allá en el desierto texano. Eran sueños como los sueños de un coyote aullando bajo la luz de una luna llena y azotado por el viento frío de la noche abierta al infinito.

Ahora volvía a ser Peskin “Hammer” Rodaballo cruzando las llanuras de Llano Estacado a lomos de su fiel animal por quien sentía verdadera ternura. Vuelta a casa en las orillas del noble Río Pecos con sus verdes aguas mansas serpenteando el desierto. Viejo y cansado el viejo Peskin retorna a su poblado. Vuelta a casa y a las entrañas de su linaje y saga.

A medida que Peskin “Hammer” Rodaballo cruzaba el Río Pecos por el vado de Los Cañales, se oyó una fuerte balacera en el poblado. Peskin ya no era capaz de percibir miedo alguno y salió del río con su fiel Nashka alegre al refrescarse. Luego comenzó a subir la cuesta del poblado. Y entonces oyó que alguien le habalaba:
“He bato, dónde la chingada va usted con esa maleta tan charrusquiada” le dijeron en español, mejor dicho le gritaron.
“Ándele, pero si parece un pendejo bolillo el cuate este”, dijo otra voz.
“Oiga, ahorita dese la vuelta, pos no le aconsejo que siga. Va a ver cosas feas y no querrá usted pintar un cuadro de fiambres, je, je” le dijo otro.

Peskin miró hacia arriba y vio tres rifles apuntándolo desde encima de una loma que daba al camino de subida.

Sin decir nada siguió subiendo. Aquello era su poblado, sus entrañas naturales; todo lo que le quedaba de vida.

Dos balas silbaron cerca de sus orejas y la tercera hizo caer a su mula. Fue en ese momento cuando fue descubriendo lo que había más allá del horizonte del desierto. Sintió un golpe seco y enseguida se sintió volando entre el silencio de unas nubes de algodón que nunca dejaban de estirarse hasta arrojarle a un infinito océano estrellado.

miércoles, 6 de marzo de 2013

ES HORA DE RETORNAR AL CERO ABSOLUTO

Sres., ha llegado el momento de descartar todo ese bagaje cultural, intelectual, político, religioso o lo que sea, para poner la mente en 0 absoluto y a partir de ahí empezar de nuevo. Queda demostrado que lo que hemos vivido, pensado, esperado e imaginado hasta ahora nos lleva siempre a un extraño punto de indefinición, de inseguridad, de provisionalidad; de saber que algo deja que desear; de dudas, de espejismo, de inevitable crisis después de un tiempo.
Algunos nos hemos querido agarrar con fuerza a algún dogma aparentemente inamovible, a alguna seguridad que se fue disolviendo; a alguna poderosa fuerza paramilitar ideológica o científica que luego nos deja derretidos una vez se agota su energía inicial.

Sres., es la hora de volver al 0 absoluto. Mente en blanco. Total Rewind. Amnesia absoluta.

Y ahora empecemos de nuevo.