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jueves, 7 de julio de 2011

MÁS SIRACUSA Y LA TUMBA DE ARQUÍMEDES

Pues seguimos en Siracusa y hoy vimos piedra sobre piedra que es lo que obligatoriamente los turistas han de ver. Y además de ver piedras antiguas pues en Italy lo cobran bien. Vimos el teatro griego bajo un sol caliente pero no tanto como en Andalucía o en el desierto del Sahara. Así que bebiendo botella de agua tras botella de agua fuimos caminando de un sitio de piedras a otro. El teatro romano pues está un tanto esquilmado de piedras porque Felipe V el Borbón pues las arrancó para reforzar las murallas de Siracusa (que no Syracusa que está en el New York state). Entonces las piedras arrancadas están sustituidas por bancadas de cemento imitando lo que había para sentar las cultas e ignorantes nalgas de los siracusanos del rey Hieron II del siglo III y II antes de Cristo, y que además era pariente del gran Arquímedes que salió desnudo de la bañera diciendo Eureka! Eureka! Arquímedes era un gran científico que inventó muchas cosas y parece que tenía una dignidad como un caballo ya que cuando los romanos se apoderaron de Siracusa (esto era antes de que apareciera la mafia en Palermo y antes de que existiera el mismo Palermo), pues un soldado le molestó preguntándole algo y él respondió: Dejadme con mis círculos!!

Pero si queréis saber más de Arquímedes id a Wikipedia que ahí está todo.

Luego visitamos el anfiteatro romano que era ya más populachero con gladiadores y pan y circo para la plebe y sangre a borbotones. Pero el anfiteatro está todavía por limpiar y exhumar y lleno de matojos y arbustos y maleza. Estos sicilianos están esperando por alguna subvención europea para hacerlo, o, quizás ya la recibieron e hicieron lo que hizo la mafia en Palermo: desviar los fondos para la cosa nostra y sus negocios alternativos y así está Palermo sin semáforos y sin placas para las calles y sucio y cochambroso y necesitado de más ayuda europea que servirá para seguir dando sangre a las famiglias corleonescas. Un círculo viciosos.

Pero lamentable es ver la presunta tumba de Arquímedes también sin señalizar, sin conservar porque todo el recinto de la antigua Siracusa está por desentrañar; y, por fin llegamos a ver la tumba triangular cavada en una roca en una esquina entre dos avenidas que para cruzarlas no hay semáforos tampoco, pues preguntando a un vendedor de gorras horteras porque eran de poliéster y además doradas como si fueran hechas para el día del orgullo gay; pues nos dijo apuntando que esa era la tumba de Arquímedes que figuraba en las guías de todo el mundo, pero que para Siracusa y sus siracusanos pues que le den al Arquímedes ese y se pudra en su tumba de roca sin señalizar. Si es que es esa la tumba. Por tanto para mí la verdadera tumba de Arquímedes está en mi imaginación mítica impoluta y sagrada. Ala.

Pues también vimos unas catacumbas cristianas de la época de la cristianización de Sicilia que fue en el siglo IV y ahí fue donde los primeros cristianos que todavía seguían ritos paganos y lo mezclaban uno con lo otro y allí en esas catacumbas tan frescas con el calor que hacía pues enterraban a sus muertos y hasta ofrecían vino, aceite y miel para el viaje de las almas al más allá. Era como una ciudad subterránea que apetecía quedar allí para echar una siestecita y quitar la modorra del calor. Luego seguimos andando por la ciudad, paso a paso y kilómetro a kilómetro que es lo que presta. Luego cenamos viendo el apacible mar y la luna y más tarde rendidos de vuelta al hotel. Oh! Siracusa, decía Charles Aznavour en una de sus canciones clásicas.

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