Lo escribo un poco así sobre la marcha porque creo que debo algo a aquel perro. Ya sé que escribir sobre un perro suele sonar a algo tópico, pero Tony era uno de esos perros sin raza específica que había nacido para ser bueno y noble. Veréis. Me da mucha pena empezar, pero tengo que hacerlo.
Cuando hacía la mili en operaciones especiales en aquel pequeño cuartel de una ciudad cualquiera, Tony siempre estaba allí. Tony siempre estaba allí desde el primer día que llegué. Él vivía más en torno a los pequeños bajos en el lado derecho del edificio cuartel una vez pasadas las canchas de baloncesto. Eran los bajos de intendencia y allí debía de trabajar su dueño o quien le daba de comer, pues Tony cuando no estaba con nosotros los soldados, siempre se dirigía allí y allí tenía su espacio donde dormía o se refugiaba por la noche. Es espacio era como un ventano a ras de suelo y dentro ya no sé qué era lo que había.
El caso es que Tony era el perro de los soldados de la GOSE y siempre que llegábamos de marcha él se ponía contento y se acercaba a nosotros como si comprendiera lo fatigados que estábamos. Al llegar el rompan filas siempre le caía una acaricia o un agasajo por nuestra parte además de un cacho de bocadillo no acabado. Todos los días cuando desfilábamos haciendo instrucción bajo la música militar de los altavoces Tony nos seguía a distancia observando nuestros pasos sincronizados y nuestros cuerpos disciplinados bajo las órdenes de cabos primeros y sargentos. Cuando había que hacer la pista de obstáculos allí estaba Tony mirando con los ojos de bueno. A veces se sentaba sin quitar la vista encima. Él quizás no supiera que yo lo estaba también observando y pensando cuáles serían las imágenes que aquel buen animal estaba recibiendo de nosotros; y, lo más difícil aun era saber lo que sentía hacia nosotros. En tiempo libre, después de comer, yo y algunos amigos lo acariciábamos, le cogíamos las orejas caídas y él se quedaba allí con nosotros muy agradecido. Tony era nuestro perro y además era un perro bueno y un gran amigo.
A veces me ponía a leer cerca de la piscina y Tony aparecía en silencio y se colocaba a mi lado. Él y yo con el tiempo habíamos aprendido a decirnos cosas con el pensamiento y con los gestos. Yo leía y él se quedaba allí acurrucado a mi lado para lo que fuera necesario. Tony era un perro que jamás molestaba, jamás se entrometía en nada que pudiera entorpecer ninguna actividad, ni se metía donde no había que meterse ni por asomo. Tony era el perro de la compañía y punto.
Pero un día faltó el dueño o la persona de intendencia que le daba de comer. Quizás era que se jubilaba o había muerto o enfermado, de eso ya no me acuerdo. Nunca supe quien era, pues intendencia era otro mundo para nosotros y eran gente ya mayor. El caso es que Tony se quedaba huérfano de cuidado oficial y reconocido en aquel cuartel y a ojos de los mandos el perro sobraba en las dependencias militares. Simplemente había que deshacerse de él. Tengo que seguir escribiendo y desahogarme. Aun después de tantos años la escena sigue ahí clavada en el alma como prueba y señal de lo pérfido que puede ser el mundo. Sé positivamente que para muchos compañeros míos aquello no fue más que una escena cruel, pero una escena que luego se olvidaría como se olvidan tantas cosas en esta vida. Yo creí también olvidar, pero la verdad es que nunca pude olvidar a Tony y sus últimos minutos de aquella horripilante ejecución.
Estábamos desfilando aquella mañana de primavera, como siempre hacíamos la compañía, cuando de repente vemos a uno de los suboficiales llevar a Tony con una cuerda al cuello. Tony iba muy
desconfiado, pues jamás nadie le había puesto una cuerda así al cuello y menos con aquella rudeza. Seguíamos dando la vuelta al edificio a paso música e instrucción y al volver a ver la pista de entrenamiento he aquí que vemos a Tony colgado de la barra más alta del último peldaño de la escalera de salto. Aquello ya resultaba doloroso en grado sumo, pero había que seguir desfilando y dar otra y otra vuelta al edificio. En la posterior vuelta la escena era aun peor: como Tony no quería morir y luchaba por su pobre y triste vida, entonces el suboficial se subió al peldaño y desde allí sentado y haciendo presión con los pies al cuerpo convulsionado del perro, hizo por fin morir a Tony que quedó definitivamente muerto ante la vista de todos sus amigos que nada podíamos hacer por él. Más tarde el mismo suboficial lo llevó a un pequeño solar de tierra suelta dentro de las mismas dependencias y allí lo enterró.
Siempre me acuerdo de Tony. Ha pasado mucho tiempo, pero Tony siempre ha tenido un lugar en mis recuerdos. Un día tendré que contárselo a alguien para que no sea sólo un doloroso recuerdo aislado de mili y también para que Tony sea reconocido algún día como un perro bueno, noble, amigo de todos e inocente que murió porque simplemente fue declarado un estorbo. Un estorbo. Un maldito estorbo.
Ahora hay leyes que protegen a los animales, antes no las había y tratábamos a los animales cómo nos pareciere. La cultura hispana no era muy amable con la naturaleza ni los animales. Era algo que no nos incumbía. Pero odio las generalizaciones. ¿Puedo prescindir de generalizaciones? ¿Y los toros? ¿Por qué los toros sigue siendo un espectáculo en España? Se antepone la belleza y el "arte" del espectáculo a la crueldad explícita sobre un animal inocente. Quizás el suboficial tan sólo creía que estaba ofreciendo un espectáculo a la tropa. La muerte y la crueldad como espectáculo. Las ejecuciones en público como medio de disuasión del mal. Las palizas en algún cuartel de la Guardia Civil en su día que dejaban baldado al delincuente y a veces de por vida.
ResponderEliminarQuizás esté mezclando demasiadas cosas. Un animal como un perro o un toro son inocentes y son vidas que sienten y sufren. Hay también un compromiso moral en el trato con los animales.
Todo lo existente forma un infinito tiempo-espacio. Ya somos coexistentes con ese infinito tiempo-espacio. Pero es un universo arrugado cuyo estado ideal es un plano infinito liso y sin arrugas. Pensamiento-cuerpo viven en estado arrugado ensamblados formando acontecimientos.
ResponderEliminarLa veo bajar por la calle. Es una calle que hemos inventado. Quizás no exista. Pero no importa si es algo que ha salido de algún sitio oculto. De algún sitio donde no ha habido que pedir permiso. Y la calle se mueve en varias direcciones. Puedo verla desde atrás, puedo verla desde arriba o desde abajo. La calle está en cuesta. Ella circula por la calle. Camina por la calle. Sentimos un silencio. Ella y yo sentimos el silencio de lo desconocido. Cuando sonríe hay espíritu y creo en el espíritu. La pura materia no sonríe. Nos acercamos el uno al otro y bailamos al son de la música. Oímos música y la bailamos al momento. Hacemos círculos y nos vamos alejando calle arriba haciendo círculos. El cielo es de color rojo. Hay un cielo de color rojo que tiñe la ciudad. Cuando se inventan realidades uno ha de poder ver los detalles de un cielo rojo. Los matices. Hemos visto el edificio lejano cuando bajábamos ahora la calle, pero los edificios están vacíos. En las antiguas profecías hablaban de una calle solitaria, de unos edificios vacíos y de un cielo rojo. Nos abrazamos y nos hacemos cómplices de todo lo que pueda pasar.
ResponderEliminarNunca fue lo que tenía que haber sido. Never was what could have been. She was so full of life and her face shone under the shadows of that abandoned garden. Habíamos visitado el jardín prohibido y no renunciamos a la tentación de coger la manzana. And the apple poisoned our blood and our bodies started swelling up until the pain was unbearable. Imposible soportar la fiebre, los vómitos, la angustia y and we thought it was time to die just like that. Los jardines prohibidos jamás se deben de visitar o traspasar porque el castigo divino de un dios celoso puede ser mortal.
ResponderEliminarLa Rebelión, the fall, falling down so the earth could take us. She shouted and got up defying heaven itself. La voluntad de una persona cuando es firme y absolutamente libre no se dobla y sigue viviendo hasta que logra proyectarse hacia el infinito. I will never abandone you because my love is unbounded.
Rebellion, death and resurrection.
It all happened in the abandoned garden. Y el jardín abandonado está en cualquier sitio. And the abandoned garden is everywhere.