LOS APUNTES DE MARA FORSHEN
Los mormones dicen que las parejas eternas que formarán un matrimonio ad infinitum se conocen en esta tierra de forma sorprendente y sabiendo desde un primer momento que son el uno para el otro. Una vez que forman matrimonio con los votos del templo y una vez que lleguen a ser dioses, pues gobernarán un sistema solar o un planeta y tendrán hijos espirituales que habrán de bajar a la tierra o a algún que otro planeta para encarnarse y seguir el ciclo de carne y hueso para llegar a ser dioses bajo la disciplina y santificación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día.
Curiosa teología. Sorprendente. ¿Quién puede ser mi pareja
eterna?
Me gustan estas religiones que se aventuran con sus teología
a modo de guion de ciencia ficción.
APUNTES DE MARA FORSHEN (II)
Qué sorprendente encontrar a la pareja que ha de soldar
contigo para toda una eternidad. De repente estás en una cafetería y la ves
entrar y dices: He ahí mi hombre eterno con el cual he de compartir mi cuerpo y
alma para siempre y a través de milagrosas transformaciones llegar a ser dioses
que gobiernan un sistema solar. Te tomas el café y dejas que él te mire y
quizás se arrime a preguntar la hora y se quede por un momento a tu lado y pida
otro café y piense: "esta mujer parece mi pareja eterna". Pero el tío
demuestra ser muy tímido y se pone nervioso y tira el café de puro nervio e
inseguridad y yo le pregunto. Oiga, ¿está usted bien?
Entonces me mira con cara de santidad y castidad y hay algo
que me pone también a mi nerviosa. Su mirada está perdida y sus palabras salen
muy forzadas. Creo que me he equivocado y este señor que parecía mi compañero
eterno se convierte de repente en un simple mortal lleno de inseguridades y
complejos. Mala suerte.
Otra vez será.
LOS APUNTES DE MARA FORSHEN (III)
Quizás sea verdad que venimos a este mundo para encontrar a
esa pareja eterna que en algún momento surgirá del mar y se adentrará en la
playa y dirá: "Vengo a por ti". Pero al estar desnudo y con las
partes privadas al aire y siendo la playa de familias decentes yo le tendré que
arropar con mi toalla y sentarle en la arena y pensar qué hacer con tal pedazo
de aparición. Él me mira y me dice: "Te he de llevar al templo para hacer
los votos de matrimonio eterno y luego nos iremos a vivir a Texas".
Es todo tan extraño y tan cargado de misterio que opto por
tocarle para sentir su realidad y su realidad se levanta con pleno vigor
salvífico e impetuoso. Todo un futuro dios que engendrará espíritus sin parar a
costa de mi cuerpo ya divinizado. Lo cual sería apoteósico.
No puede ser. Simplemente no puede ser. Hemos nacido para
ser gente normal u ordinaria y tales milagros son imposibles.
Mi "aparición" ha de ser un loco que se habrá
tirado desde un acantilado y al verse en el agua nadando pues acabó en la
playa. Raro pero posible.