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domingo, 12 de diciembre de 2021

SANTA CLAUS VIENE DE MUY LEJOS

Santa Claus viene de muy lejos. Verás, cuando digo de muy lejos es más allá de lo que tú te puedes imaginar. Lejos son esas estepas frías que hay por el norte, pero si vas aún más lejos llegas a cerca del Polo Norte y todavía más lejos en una dirección incierta que no sabes si se llega subiendo o bajando o volando o navegando, pues de allí viene Santa Claus. El lugar es frío y siempre está nevado, pero hay gente viviendo allí y además son gente simpática que ayudan a Santa a hacer los preparativos de carga y así lanzarse él a recorrer el mundo de lo imposible. Pues imposible es, a simple vista, recorrer el mundo en un trineo tirado por cuatro grandes renos y todo en una noche."


"Pero déjame decirte que si lo piensas un poco, tal viaje navideño de reparto de juguetes y regalos es posible. Se puede pensar en toda una distribución de juguetes por todo el mundo en cada hogar de los cinco continentes e incluso calcular con un buen ordenador las décimas de tiempo que emplearía en bajar y subir chimeneas o entrar por ventanas o incluso por los sótanos o tejados o cualquier rendija o agujero por donde Santa pueda entrar. En cuanto a los renos y el trineo todo ello puede, al mismo tiempo que aparece volando como real en cada sitio donde se deje ver, resultar ser una especie de holograma que volatiliza los juguetes en una nube y Santa Claus sabe en qué momento ha de dejar tal balón, o tal tambor, o tal videojuego o tal muñeca o muñeco o tal arco y flecha o tal libro de cuentos en tal sitio y en qué momento."

"¿De verdad que es así como tú dices tío Petlo? Dices cosas muy bonitas y yo no lo entiendo todo, pero lo cuentas muy bien, tío. Un chico de mi clase me dijo que Santa Claus no existía, que era un cuento para niños muy pequeños o algo tontos, pero yo no le creí, tío. Leí en un libro de dibujos que me dejó mi mamá antes de ir al cielo, que él es verdad y que nos trae regalos porque es mágico como tú dices, tío Petlo. Yo voy a esperar por él porque sé que va a venir esa noche."

"Sí, yo te lo he explicado lo mejor posible. No hagas caso de esos compañeros de clase. Ellos tienen un problema de malas entendederas y por eso no creen en Santa Claus, pero tú lo entiendes mejor porque al estar malito tus ojos pueden ver mejor y tus ideas son más claras que los demás."


La noche se acercaba mientras el frío afuera era más intenso. Desde la ventana de la habitación del niño se veía la casa de los vecinos más próximos a unos cien metros. La casa estaba iluminada con bombillas de todos los colores y algunas ventanas estaban encendidas. Se veía gente dentro. Se veía una familia animada y alegre. El pequeño Charlie llevaba tiempo enfermo y el diagnóstico aun no era definitivo. Su padre lo había abandonado al poco de nacer y su madre había muerto cuando él empezaba a balbucear sus primeras palabras. Los tíos Durmen se hicieron cargo de él y el tío Petlo lo quería como a un hijo. Tenía cinco años.

Aquella noche de Navidad fue tan mágica como otras muchas en el pasado. Dicen que hay un tiempo irreal que penetra en ciertas fiestas ancestrales a medida que entra la noche, y que todo lo trastoca; incluso la gente más dura de corazón o de sentimientos es capaz de percibir una inocencia remota, quizás lejana, que se abre imprevisiblemente y descubre lo fresca y alegre que puede ser la vida cuando todo nos invita a jugar, a saltar, quizás a llorar como un niño que ha descubierto de nuevo su infancia. Santa Claus puede también explicarse y demostrase, pero para ello se necesitan otros ojos y una burbuja de magia que siempre habita los cielos abiertos de las noches estrelladas.

9 comentarios:

  1. https://tertuliascirculoteologico.blogspot.com/2022/02/fragmentos-filosoficos-n-140.html

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  2. Es atrozmente curioso que estemos en una guerra peligrosa.

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  3. Es inaudito que no haya apenas manifestación alguna con el pueblo ucraniano. No como las hay contra USA e Israel cuando mueven un dedo. A las izquierdas les cuesta acusar a Rusia, para ellos es una traición. Rusia sigue representando su utopia ya fracasada y apagada. La estupidez humana no tiene límites. Los moldes mentales se fosilizan. Condición humana proclive también al engaño y la falsa ilusión.

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  4. En el judaísmo surgen críticos de la Tanak que nos hablan del Dios que nunca ha podido contener el mal, el mal que inunda el mundo con su sufrimiento; y entonces entran en el misterio del mal que habita en el mismo Dios y que necesita del hombre para superarlo o realizar el bien al final de los tiempos. El Dios omnipotente sería un Dios omnipotente en diferido. O un Dios omnipotente que crea de la nada y por lo tanto todo es bueno

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  5. LA NACIÓN JUDÍA QUE NO EL ESTADO DE ISRAEL

    La nación judía persiste a través de los siglos. No ha habido asimilación. Persisten en su identidad. ¿Cómo? Manteniendo la descendencia material/biológica (criterio objetivo). Tiene que haber pruebas de descendencia materna. Cualquier extranjero puede pertenecer a la nación judía, pero ha de circuncidarse y pasar por un tribunal rabínico. No es la lengua precisamente. Es la prueba biológica o la conversión certificada por un tribunal rabínico. No confundir nación de Israel con el Estado de Israel. Son dos conceptos diferentes. La nación de Israel es un concepto étnico-religioso, el Estado de Israel es un concepto político.
    Si desaparece el Estado de Israel no por ello desaparece la nación judía. Se quedaría sin estado, pero seguiría como nación dispersa entre las naciones.
    La mayoría de las poblaciones que emigran de otras naciones a EEUU u otros países acaban integrándose y perdiendo su identidad para fundirse con la nación que los acoje. Quedan apellidos que ya son como una forma vacía de una descendencia borrada. No así con la mayoría de la nación judía. Hay asimilaciones, pero persiste una identificación con signo objetivo-biológico o una certificación de pertenencia en caso de conversión.
    Luego está la creencia y práctica religiosa, pero no es definitivo para ser judío. Los judíos que demuestran su ascendencia biológica no tienen por qué ser religiosos. Pueden ser ateos. La prueba biológica es independiente de la religión a la hora de ser judío. Pero para que un extranjero pase a ser judío ha de pasar la prueba biológica junto a un examen de conocimientos de la nación de Israel en términos religiosos.
    La persistencia y sobrevivencia de la nación de Israel se ajusta sobre todo a criterios objetivos materiales/biológicos

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  6. ROSSMAN Y PROMETHEUS SE ENCUENTRAN PARA HABLAR

    Hoy he salido con la idea de tomar un café con Rossman. Ya es de noche y no me gusta salir por la noche, pues esta ciudad es aparentemente segura, pero sólo aparentemente. La idea de ir a tomar café con Rossman me sobrevino de repente, en realidad no había ninguna razón para ir a tomar café con Rossman, pero me aburría en mi apartamento y me dije: "Voy a tomar café con Rossman". Entonces cogí mi móvil y lo llamé. Su voz rasposa respondió de mala gana: "Hola, Prometheus, ¿qué cuentas?" A punto estuve de cortar la llamada, pero algo en mi interior se sublevó y respondí con voz segura en lugar de la voz quebradiza que me hubiese podido salir en estos casos de inseguridad. "Verás, hace tiempo que no hablamos y esta tarde tenía ganas de tomar una cerveza y charlar con alguien, y me decidí por tí". Él entonces me respondió con modulación irónica: "Vale, precisamente hoy no tengo ningún compromiso y a mí también me apetecía tomar una cerveza. No obstante déjalo para un poco más tarde, ¿qué tal las nueve?" Yo le dije que bien, aunque las nueve ya implicaba ser de noche y las noches de la ciudad me resultan inquietantes como ya he dicho. Hacía tiempo que vivía solo. No voy a explicar los detalles del por qué de mi soledad. Pero esa era la realidad que me había tocado vivir. Cuando llegué a la cafetería la ciudad ya estaba oscurecida. Pronto vi la figura de Rossman sentada en una mesa al fondo del establecimiento. Se levantó y comenzó a darme la mano de una forma efusiva. "¿Cómo estás chavalón? Sigues hecho un mozo", y todas esas cosas que actúan como introducción entre las personas conocidas y máxime cuando hace algún tiempo que no se ven.
    Antes de que llegaran las cervezas pedidas con presteza y rapidez, yo comencé a preguntarle: "¿Qué fue de tu vida desde que dejé de trabajar en la fábrica Thurman?"
    Mesando con suavidad su barba negra me fue respondiendo. Cambio de trabajo a otra profesión donde le fue bien, pero con matices. Muy largo de contar. Me imagino, pensé. Dos matrimonios fallidos y varios hijos que mantener y dispersos. Nunca sabes con quién te casas o con quién te relacionas, me dije en mis adentros. O sí parece un acierto, pero luego se demuestra que no, que no era tal acierto y que las cosas pudieron haber sido de muchas maneras, pero siguieron aquel curso nefasto y hasta violento. Noté cierto resentimiento que iba aflorando a medida que iba hablando.
    "Sabes qué", me dijo con la mirada fija, "me resulta muy difícil vivir. Trato de echarle a la vida el entusiasmo que puedo, pero a mis cincuenta y cinco años no le veo ya gracia a que las cosas siempre resulten tan duras. Te lo digo a tí porque intuyo que puedo confiar en tí. Con la gente que me rodea tengo que aparentar lo que no soy, lo cual es bastante triste. No es que uno sea un hipócrita, es que la gente por lo normal no te acepta como eres. Verás, todavía más complejo: hablo de la gente abstrayendo al individuo medio que vive y lucha y se integra lo mejor pasando desapercibido y no meterse en líos. La gente que se cree normal es la gente que más miedos oculta y más corazas de protección se impone y a quienes cuesta muchísimo relacionarse con otros que les rompen los esquemas o que se atreven a ir más allá con su vida o sus ideas. Es eso lo que quiero decir cuando digo que tengo que aparentar lo que soy, es una cuestión de supervivencia en un mundo de aparente normalidad, pero la normalidad es siempre esquizoide cuando raspas, y la agresividad o las interpretaciones paranoicas están siempre a flor de piel; da lo mismo en una persona normal que en otra no tan normal, aunque la persona normal vive su refugio con mayor celo y defensa. No estoy haciendo juicio moral alguno, Dios me libre."

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  7. (VIENE DE ARRIBA)

    "Te comprendo", le dije. "Te escucho con el mayor interés, sabía que eras la persona adecuada para charlar esta noche. Es curioso que cuando hablamos lo hacemos desde una experiencia propia que se ha ido acumulando a base de memorias en el tiempo, pero que no sabemos justificar para nostros mismos porque no encontramos tampoco razones suficientes para situarla o justificarla. Cometemos errores que entendimos como riesgos o apuestas, unas veces por que creíamos que nos podrían salvar de situaciones de oscuridad, confusión o aburrimiento; otras por vacilaciones, miedos o cobardías que creíamos nos iban a llevar a un infierno de vida. Calibrar la vida humana es siempre una absoluta contingencia. Y si te apegas a valores fijos inmutables acabas en la rigidez fanática o en putas neurosis obsesivas. Pues no hay tales valores inmutables salvo en tu cabeza. No hay solución a este dilema en este mundo, en este planeta. Te entiendo perfectamente."
    Llegaron dos cervezas más y la conversación se fue desinhibiendo de forma relajada (easy going). Rossman entonces siguió hablando:
    "Las relaciones humanas nos delatan como seres vulnerables, como cerebros desmesurados que no pueden encontrar equilibrio salvo construyendo espejismos, espejos, especulaciones. No podemos vivir sin agarrarnos a alguna esperanza y tal esperanza ha de ser fabricada con la imaginación. Hacemos de una pasión tan fuerte como es el amor por una persona, por una actividad, por algo, una idealización que nos sirve a qué agarrarnos de forma positiva; pero al ser una pasión o una pasión racionalizada, pero sin que deje de ser pasión en el fondo, pues ya estamos perdidos de alguna forma. Al ser al mismo tiempo otras muchas cosas y al ser el vivir siempre cambio y transmutación, mantener una pasión o una imagen psicológica de tal pasión para una eternidad es un sueño o una locura de la que hay que soltarse para lograr pisar los pies en el suelo y seguir la vida en sus planos de mayor tranquilidad en los planos de la cotidianeidad y la gente normal. Menudo dilema. A veces pienso que hubiese sido mejor no pensar, meterse de lleno en el fútbol o la política barriobajera de apego a cualquier ideología fácil, y vivir sin más. Pero a mí me ha tocado pensar. La ruleta cósmica me ha dado la gusa por el pensar. Podrían haber sido las drogas o el sexo o el trabajo o el sadismo del dominio sobre los demás..."
    "La ruleta cósmica", volví a tomar la palabra, "me gusta esa frase. Te olvidas del arte, la música, la filosofía, las ciencias. Hay muchos mundos por explorar, pero la cotidianeidad nos mantiene los pies en el suelo, las relaciones con los demás nos complican la vida. Cada vida siente sus resonancias y tales resonancias nos llevan a ciertas alegrías, nostalgias, arquetipos diría yo que nos hablan simbólicamente de algo que se nos escapa al mismo tiempo que lo palpamos. La ruleta cósmica implica arbitrariedad en la misma existencia, y si la misma existencia no tiene justificación racional, entonces hemos tocado fondo con la razón de las cosas. Habrá que buscar otros sentidos a la vida y yo no encuentro más materialidad que las resonancias que nos interpelan como afectos potentes ineludibles, fuerzas anímicas que nos disponen a vivir de cierta manera, en cierto modo y sin ese motor impulsor personal, individual, subjetivo nos aletargamos, nos aburrimos, nos deprimimos; nos dejamos arrastrar por la artificialidad o la inercia. Esa resonancia puede ser Dios o una visión potente de esperanza primigenia, de inocencia, de paraíso. Un arquetipo potente."

    (SIGUE ABAJO)

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  8. (VIENE DE ARRIBA

    "Oye", me dijo él, "nos ha pasado el tiempo sin darnos cuenta y parece que quieren cerrar, ¿por qué no damos una vuelta por la ciudad ahora que no hay gente?"
    "Bueno, hace mucho que no salgo por la noche. Esta ciudad con el cielo oscurecido me da mala sombra. Me inquieta demasiado. procuro quedar en casa.", respondí con voz cansina.
    Pagamos y salimos a una avenida. No había nadie. Las luces de las grandes farolas de neón alumbraban las aceras de cemento y el asfalto liso, pero no se veía un alma, ni tan siquiera un coche. Tan solo algún autobús oscuro circulaba a gran velocidad sin encontrar explicación alguna a tanta velocidad.
    "Oye", volvió a hablar Grossman, "es increible que después de tanto tiempo me llamaras y que además me llamaras en un momento en que sí necesitaba hablar. Te recuerdo como un chaval un tanto perdido y despistado en la vida de la fábrica, pero siempre reflexivo, pensativo, parecía que estabas buscando algo que a los demás todavía no nos preocupaba o no sentíamos. Me daba la impresión que leías mucho. Yo sabía que contigo se podía hablar de aquello que otros no sabrían entender. La gente normal suele ser superficial, se conforma con ser superficial. Aceptan las cosas como dadas por sentadas y no se complican la vida pensando. Pero tú eras algo diferente. Tú y aquella chica de la oficina que también era muy maja, muy inteligente. Cómo se llamaba.... Lisa, sí Lisa."
    "Gracias, Grossman, uno nace como nace y no puedes evitarlo. Si tratas de analizar las cosas como hace el psicoanálisis o cierto marxismo acabas en una regresión infinita que no te explica nada y sí te hace más culpable todavía por no estar o ser lo más auténtico posible. Seguimos con los idealismos, los artificios, las máquinas interpretativas. Hay personas sencillas, "normales" que ven también esto mismo por intuición y desisten de pensar más allá de lo requerido para sobrevivir. A veces te sorprenden las personas en momentos dados. Somos muchas aristas, muchas vibraciones, muchas contradicciones, ambivalencias. Somos todos un tanto esquizos. Mucho cerebro. Cerebros desmesurados que se desequilibran con facilidad y entonces nos volvemos ásperos y agresivos. Sí, me acuerdo de Lisa, creo que se fue a vivir a otra zona de la ciudad. Era una chica muy inteligente."
    Al fondo se veían los rascacielos del centro con los ventanales iluminados. Seguíamos caminando en silencio. Veíamos sombras que se movían de forma caprichosa, una mujer pequeña de estatura parecía portar una linterna con gran destellode luz, de repente otro autobús oscuro pasó a gran velocidad. Al mirar al cielo vimos que estaba estrellado, pero las luces de la ciudad impedían ver ese cielo infinito, ese misterio que tantos aborrecen, que tantos quisieran explicarlo de una vez y para siempre. Hubo un momento en que la ciudad parecía cobrar vida, como si de un animal se tratara. Como si algo respirara con ritmos desacompasados. Pero la ciudad era más una gran máquina que un ente vivo, o quizás ya lo maquínico y la vida comenzarán a fundirse en estas grandes urbes construidas por los estados. El Estado como la gran máquina que nos garantiza la existencia, la paz bajo la amenaza constante. La desmesura de poder y violencia como garantía de coexistencia social. Qué paradojas. Qué planeta tan esquizo, tan abrumadoramente insolente con sus juegos y creaciones con la muerte como final. Qué demiurgo sostiene esta cárcel y a qué juega. Jamás lo podremos saber, está fuera de nuestra mente el comprender lo que no puede abarcar. Jamás habrá explicación salvo que las resonancias nos estén indicando algo, un camino, una salida.....

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  9. INVICTUS (POEM BY WILLIAM ERNEST HENLEY)

    Out of the night that covers me,
    Black as the pit from pole to pole,
    I thank whatever gods may be
    For my unconquerable soul.

    In the fell clutch of circumstance
    I have not winced nor cried aloud.
    Under the bludgeonings of chance
    My head is bloody, but unbowed.

    Beyond this place of wrath and tears
    Looms but the Horror of the shade,
    And yet the menace of the years
    Finds and shall find me unafraid.

    It matters not how strait the gate,
    How charged with punishments the scroll,
    I am the master of my fate,
    I am the captain of my soul.

    En la noche que me envuelve,
    negra, como un pozo insondable,
    le doy gracias al dios que fuere,
    Por mi alma inconquistable.

    En las garras de las circunstancias,
    no he gemido, ni he llorado.
    Bajo los golpes del destino,
    mi cabeza ensangrentada jamás se ha postrado.

    Más allá de este lugar de ira y llantos,
    acecha la oscuridad con su horror,
    Y sin embargo la amenaza de los años me halla,
    y me hallará sin temor.

    Ya no importa cuan estrecho haya sido el camino,
    ni cuantos castigos lleve mi espalda,
    Soy el amo de mi destino,
    Soy el capitán de mi alma.

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