Makltoter.- Y así empezó vuestra segunda etapa.
Mineklarop.- Bueno, una vez en Washington pudimos visitar el barrio donde habíamos vivido Rebeca y yo, y, donde había nacido Susana. Era en Alexandria, Virginia, y la calle recuerdo que se llamaba Auburn Street. Era un barrio integrado de blancos y negros, que también contaba con pequeña población latina. La calle Auburn la formaba una hilera de casas de apartamentos adosados por un lado; y, por el otro eran pequeños chalés ocupados por gente más bien mayor con sus jardines abiertos y castaños rojizos. Fueron los dos años que enseñé en Saint Mary’s Catholic School y en T.C.Williams Hig School. Habíamos llegado a Washington aquel mes de septiembre de 1986 como pudimos haber llegado a San Francisco. Había sido un viaje al azar con salida desde Houston, Texas, en un Toyota Corolla recién salido de la fábrica con un par de maletas y luego fueron las carreteras secundarias por diferentes estados, parando en pueblecitos de nombres acabados en –ville, cruzando ríos y montañas. Cuando llegamos a Washington decidimos visitar a Joel y Lin-Tao y al final nos decidimos quedar allí. Como ya casi empezaba el curso decidimos ir a una agencia privada de contratación para que nos colocara en alguna escuela e instituto. Y, efectivamente, nos contrataron en los sitios ya mencionados, pero durante tres meses tuvimos que entregar el sueldo de uno a aquella agencia. Fue el precio a pagar por establecernos de forma tan improvisada. Pero mejor seguir, ya podré extenderme más sobre el Washington que yo conocí en otro momento.
Makltoter.- Sí, sería buena idea y ya volveremos en algún momento a ello, pero sigue con tu segunda etapa.
Mineklarop.- Bueno, una vez vuelto a visitar Washington con sus museos, barrios y rincones; entonces salimos en dirección sur. Tomamos la autopista 81 y creo que paramos algo en Potomac Mills que es un gran centro comercial; luego pasamos la zona de Quantico o base más importante de los marines USA, para dirigirnos a la ciudad colonial de Williamsburg. Esta ciudad colonial es como un parque temático que imita en todo lo posible lo que había sido esta población a lo largo del siglo y XVII. Una vez hecha la visita nos fuimos en dirección Tennessee donde hicimos noche en un motel de un pueblo solitario que hablaba un dialecto local bastante pronunciado. Todo parecía ir rápido, pero en estos viajes así largos hay otro viaje de la conciencia que se va fijando en los paisajes, que se va recreando en los recuerdos o va reviviendo infancias paralelas que pudieron haber sucedido en esos pueblos o granjas que uno va viendo. El paisaje de Virginia es verde y está poblado de multitud de granjas. Cruzamos el estado entre los montes Apalaches y las montañas de Shenandoah, al llegar al estado de Tennessee las granjas se van distanciando y los bosques se hacen más espesos. Se ven colinas en la lejanía y mientras uno va tragando millas y millas. Comimos en un restaurante local donde la pedir “coffee” nos respondían con “¿keffa?”, o, en lugar de “water (warar)”, “werda”.
Makltoter.- Interesante. ¿Qué hicisteis al día siguiente?
Mineklarop.- Al día siguiente nos encaminamos al estado de Alabama. Primero desayunamos uno de esos desayunos americanos cargados de calorías, con salchichas, huevos fritos, y mash potataoes; todo ello cargado de café con varios refillings (llenados). Luego nos dirigimos a Knoxville para coger la 59 sur pasando por Chattanooga y luego una desviación montañosa hasta Huntsville ya en Alabama. En Hunstville teníamos unos amigos de Texas: el matrimonio Alvin y Belissa, él ingeniero de la NASA y ella profesora de antropología cultural en la Universidad de Alabama. Así que llegamos por la tarde a su mansión rodeada de árboles y un jardín que era parte de las mismas estribaciones de los Apalaches. Este matrimonio ya llevaban algún tiempo en Huntsville, pero habían estado también en Lexington, Mississippi; y, anteriormente en El Paso, Texas, cuando aun era posible pasar sin problemas a Ciudad Juárez; y, anteriormente, en Houston, Texas. Todo ello después de haber acabado sus carreras en la Universidad de Texas en Austin que fue donde les habíamos conocido. Curioso de este matrimonio es que eran declaradamente ateos, aun y a pesar, de haber nacido en el Bible Belt del sur donde ser ateo es exponerse a ser víctima de prejuicios o malas miradas. Ella en un pueblecito muy bautista llamado curiosamente Divine, y no muy lejos de San Antonio; y, él en Little Rock Arkansas. Aquí en Hunstville hicimos una parada de dos días.
Makltoter.- ¿Cómo es Huntsville, Alabama? ¿No fue en esa universidad donde una profesora pirada mató a no se cuantas personas?
Mineklarop.- Exactamente, pero no fue cuando estábamos allí; eso fue posterior. Hunstville es una ciudad de 160,000 habitantes con un precioso parque natural llamado Big Spring, y, que como el nombre indica se trata de corrientes subterráneas que emergen en la zona y, es allí, precisamente donde se fue formando la ciudad. Además de ser sede de una división de la universidad de Alabama, tiene también un centro importante de la NASA. Una ciudad americana como Huntsville es una ciudad tranquila, demasiado tranquila para el concepto español de ciudad. El centro de la ciudad posee el encanto de pueblo sureño mezclado con la modernidad y pujanza de una ciudad que trabaja e investiga. O sea, mirada a un pasado todavía cercano y los ojos puestos en la vanguardia del progreso y desarrollo económico. Pasear por el centro llega a resultar aburrido exceptuando el parque con su lago y senderos. Hay que tener en cuenta que el downtown de una ciudad americana era el centro comercial y de gobierno de la ciudad. La gente vive dispersa en zonas residenciales con sus casitas tipo chalet con jardines abiertos, garajes y árboles; profusión de árboles y naturaleza. Luego están los malls o centros comerciales y los centros industriales o de investigación. Este tipo de ciudad está pensada con mentalidad protestante de trabajo, de uso eficaz del tiempo, de espacios individuales para las familias o las personas, más que los hacinamientos colectivos de las ciudades europeas o de otras partes del mundo. Entonces pasear por una ciudad como Huntsville puede resultar aburrido o encantador si tu vida está encauzada en el trabajo y tu sueldo es bueno. Lo encantador de esta ciudad son también los pequeños restaurantes locales, los bares con atracciones country; la comodidad de la eficacia en la gestión de las cosas, la cortesía y amabilidad de sus gentes; la suavidad y la discreción con que suelen tratarse: nadie habla alto o a voces como en España.
Makltoter.- ¿Y la religión? ¿Es verdad que son tan religiosos?
Mineklarop.- Bueno, ya lo dije antes respecto a Alvin y Belissa. El sur por lo general es fuertemente protestante. Las iglesias más fuertes son las bautistas del sur, metodistas, iglesias de Cristo, y todo un sin fin de iglesias independientes de tipo fundamentalista principalmente. Este clima de militancia religiosa tiene cosas buenas y malas. Buenas, pues en que la gente es de una honestidad manifiesta a la hora de trabajar, tratar con ellos, etc. Te puedes fiar de la gente porque esa honestidad, laboriosidad, y respeto por la individualidad de cada uno es fuerte; pero luego está ese clima de ideas cerradas, antiintelectual y un tanto provinciano en sus prejuicios. Son gente muy conservadora en lo social y en la moral, que según quien lo mire puede ser bueno o malo. Yo creo que lo primero justifica lo segundo y es también de apreciar el enfoque pragmático con que encaran la vida.
Makltoter.- Podríamos hablar ahora de la tercera etapa de tu viaje.
Makltoter.- Ok.