Aquella noche apenas pude dormir pensando en el manuscrito que había encontrado haciendo inventario de la biblioteca de libros raros de la universidad. Di vueltas en la cama apesadumbrado y cuando me dormía era para soñar en espantosas pesadillas. Al día siguiente, todo ojeroso, volví de nuevo al trabajo de la biblioteca y fui directamente a donde estaba el manuscrito. Lo volví a releer y vi que en la misma caja atada con una cinta había más legajos. Cogí otro y leí:
La mejor obra del dios Seklas fue el hombre. Y la mejor obra en el hombre fue su conciencia. Los animales podían sufrir, pero los efectos del sufrimiento no podían ser representados ni rememorados en su limitada conciencia. Seklas no podía soportar una existencia donde el sufrimiento fuese tan limitado y efímero. Necesitaba crear una conciencia superior, más compleja y de gran memoria duradera. Trabajó entonces con el código genético de esa criatura bípeda que apenas superaba la inteligencia de los chimpancés; y logró el milagro después de grandes distancias en el tiempo. Logró que el hombre fuera consciente de sí mismo, con capacidades racionales y fuertes e incontrolables emociones. Además era una conciencia capaz de auto-engañarse y mentirse a sí misma con extrañas y fantásticas proyecciones.
¡Genial! Gritó Seklas el dios miserable. Ya tengo la criatura sufriente más perfecta. Ver cómo ha de sufrir esta criatura humana me producirá intensos espasmos de placer. ¡Genial! Con solo nacer ya empezará a sufrir de forma poco a poco autoconsciente y reflexiva. A medida que crezca será la complejidad de sus relaciones con los demás, sus conflictos irresolubles, su congoja ante las enfermedades y la muerte. Su violencia y rabia que podrá estallar en ocasiones para conseguir de forma provisional cualquier imperio o capricho, pero luego la vida le volverá a vencer y vencer….je, je, je….Y, por otra parte, nunca le haré perder su esperanza en la felicidad, en la bondad, en el amor, en un Dios bueno y compasivo. Pero esa es mi obra. Mi obra casi perfecta. Casi perfecta. La conciencia humana destilará un sufrimiento inaudito que me hará sentir intensos orgasmos cósmicos que a su vez producirán más estrellas, más erupciones volcánicas, más explosiones de supernovas,…..je, je..
Esa es el diabólico conocimiento de Seklas que hasta ahora el sabio Azazael ha podido descubrir gracias a su transcendencia mental que logró traspasar el hermético mundo material y astral de Seklas el demiurgo medio loco. Ahora sabemos que hay una salida y una dimensión cósmica absolutamente fuera de este maldito universo de Seklas. Pero el absoluto desde dentro de nuestro universo no lo es desde esa otra dimensión.
Quedé más desconcertado aun. Dejé la caja con los legajos en su sitio y salí tembloroso de la sección de libros raros. ¿Quién era Azazael? ¿Dónde estaba su grupo secreto de sabios? ¿Dónde estaba la salida?
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