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martes, 29 de junio de 2010

VIAJE MARRUECOS: LAS PROPINAS

Cuando se va a un país como Marruecos conviene llevar los bolsos o monederos llenos de monedas para dar propinas. Hay que dar propinas por todo. Cuando vas a mirar un monumento o edificio o algo enseguida aparece un “guía” espontáneo que se te ofrece para explicar cualquier cosa. Intentas quitártelo de encima pero al momento hay otro dándote la vara. Vas caminando por cualquier medina o alcazaba y te vienen a pedir o a ofrecerse como guías o te quieren vender uno y otro o un ciego con los ojos crudos se te acerca o chiquillos, Todo el mundo te pide. Todo el mundo está atento para oír si eres español o francés o lo que sea y luego te preguntan ¿de España? ¿De qué parte de España? Y luego te ofrecen figurines o unas sandalias o un pañuelo o una alfombrilla o una coca cola y llega a ser desesperante. Cuando compras algo siempre hay que regatear y yo es algo que odio y firmemente creo contra la opinión de algunos que el regateo es sinónimo de atraso y pobreza, de una economía atrasada. Cuando vas a un hotel hay que dar propina al botones, pero también al que te abre la puerta del taxi (de dónde salió este tío)o el que te indica dónde está tal sitio o el que se ofrece a sacarte una foto.

Otra cosa en que se diferencian este tipo de países es en el concepto de individuo y respeto al individuo como persona independiente de tribu, de familia, de clan, de nación, de religión o lo que sea. Coges un taxi y el taxista te empieza preguntar que en qué hotel estás, que si luego te espera en tal sitio para recogerte, que cuánto tiempo vamos a estar visitando tal sitio; que a dónde vamos a ir luego y que si queremos regresar al hotel con él o que nos lleva luego al sitio. No hay paz ni tregua. Eres un turista y hay que sacarte la pasta por dónde sea y sin respeto posible a tu libre decisión. Ellos te ven como un memo que has de soltar propinas por cualquier tontería y llega a ser muy molesto. No eres un individuo libre, eres un ser dependiente del nativo listillo que lo sabe todo para ti a cambio de propina y propina y más propina. Vivir en una sociedad así sería muy difícil para mí. Me gusta y aprecio mucho el respeto a la intimidad, a la individualidad, a la libertad individual de hacer con la vida lo que te dé la gana siempre y cuando respetes las leyes y seas consecuente con tus deberes profesionales o de aquello que elijas para vivir. El avasallamiento del individuo es propio de países atrasados, de dictaduras que saben lo que quieres porque ellos, los dictadores, conocen la verdad y saben lo que es mejor para ti. Nuestro pensamiento liberal está reñido con estas sociedades atrasadas donde el prejuicio, la tradición forzada (no elegida), la pertenencia a una religión absolutista, o lealtades caciquiles tienen más importancia que lo que tu eres o piensas o quieras ser. Marruecos tiene mucho que ofrecer, pero los europeos u occidentales no hemos de tener ningún complejo a la hora de decir que nuestro modo de vida es más avanzado que el de ellos y que cuanto más avancen en nuestra dirección mejor para ellos. En cierto sentido la sociedad marroquí así lo entiende y se nota la presencia de una clase media con ambiciones y necesidades de tipo occidental y eso es bueno. No creo en el relativismo cuando se trata de elegir entre el atraso y el hambre o el progreso encaminado al desarrollo individual.

Y España tiene mucho de atraso en este sentido si la comparamos con otros países occidentales. Hay todavía mucho apego a amiguismos, lealtades, clanes, partidos políticos o programas ideológicos a los cuales se supone que hay que ser leales para ser aceptado.

Un saludo,

Vital

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