PRIMER ATAQUE
Estaba disfrutando de una sesión espiritista cuando de repente entró una cuadrilla de los científico-racionalistas que nos empezaron a increpar y a llamarnos oscurantistas e irracionalistas. Por suerte uno de
(De las crónicas de Mirko Melkano)
SEGUNDO ATAQUE
---Y ahora, agobiado y encadenado por la opresiva y la despótica Razón, me
retiro a mis fríos
aposentos poblados de chinches y ratas nauseabundas---dijo el conde Kjadrtw---. He abierto el ventanuco y afuera una indomable tormenta ruge con fuerza
destructiva. Los ejércitos de la Razón y la Ciencia rodean mi triste
palacio. Vienen equipados con potentes luces y con brillantes espejos.
Poco a poco van entrando sus soldados equipados con sofisticadas
maquinas que van destruyendo y disolviendo mi antiquísima fortaleza ya
abandonada. Muy pronto estarán aquí en mis mismos aposentos una vez mis
escualidos siervos y famélicos esclavos se hayan rendido ante tan
formidable ejército. A medida que van entrando la luz va iluminando los
lóbregos pasadizos de mi fortaleza. Incluso cuando miro afuera por el
ventanuco veo que la tormenta va cediendo a la brillante luz del sol.
Creo que me estoy volviendo ciego. Tanta luz es insoportable. Pero ¿qué
es lo que oigo? ¡Ah! Mis escuálidos siervos están cantando y mis
famélicos esclavos gritan que son libres. ¡¡¡Agghh!! No puedo más,
parece que me ahogo ante tanta luz, claridad, libertad, conocimiento.
Incluso mi ventanuco es ahora un inmenso ventanal de claridad y
transparencia y puedo ver entre las escamas de mi perturbada vista a una
humanidad alegre que bailan en corro y se divierten viendo mi fortaleza
invadida y ya casi destruida. Agggghhhhh!!!
( Las crónicas de Hsntrw Mklsotyr)
A esos científico-racionalistas hay que meterlos en cintura. No puede tolerarse que vayan por ahí haciendo desmanes. Hay que poner límites a su soberbia, que no piensen que pueden ir por ahí con su Luz y sus Espejos ofendiendo los sentimientos más puros y profundos de los humanos. ¡No somos máquinas! ¡Somos seres humanos de carne y hueso que albergan en su seno la chispa de la Divinidad! Pero ellos quieren reducirnos a máquinas, y quieren que pensemos todos a su manera, que actuemos como máquinas regidas por un programa para cerebro electrónico. ¡Hay que poner coto a esto!
ResponderEliminarPosaeru