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jueves, 20 de enero de 2011

LOS ETERNOS HJSBAGRTW

MONKALINA. ¿Por qué somos tan raros en nuestra familia?
LOPSRAKO.  No somos raros sino algo diferentes.
MONKALINA.  Pero yo quiero ser como todo el mundo. Estoy cansada de que todos sepan que no soy como ellos, la mayoría.
LOPSRAKO. Nunca podrás ser como ellos. Es imposible por mucho que lo intentes.
MONKALINA. ¡Pero que tontería! ¡Esto es ridículo! Yo quiero ser yo y dejarme de rollos porque mi familia sea como es. Yo puedo ser de otra manera.
LOPSRAKO. Lo intentarás, incluso creerás que ya eres como los demás, la mayoría; pero siempre habrá algo que te haga recordar quién eres.
MONKALINA. Sí, ya sé que nuestra familia vino de muy lejos y que somos parte de un pueblo que sobrevive con sus ancestrales y milenarias tradiciones. Pero ahora el mundo es otra cosa y todos somos ciudadanos de pleno derecho en condiciones de igualdad y no hay por qué conservar nada. Yo reniego de mi familia y de mi pueblo.
LOPSRAKO. No puedes. No digas infamias. Nunca podrás. Lo mejor es que asumas lo que eres y sigas la tradición; la ancestral y milenaria tradición de los Hjsbagrtw y el pueblo Mkloptarq. Eso es lo que eres.
MONKALINA.  Todos mis amigos son normales y no tienen que andar con estas tonterías. Esta absurda identidad milenaria solo trae problemas. La gente lo nota y creen que eres rara.
LOPSRAKO. Quizás por que lo somos. Es inevitable. Te diré una cosa. Es un secreto. No se lo digas jamás a los padres. Podrían ir a consultar con los Maestros Sabios y me harían recordar muchas cosas que no quiero recordar de nuevo. Yo quise olvidar mi origen y cuando vivía en la ciudad de Kioptra me sentía como la mayoría, normal, sin ataduras de familia o pueblo. Libre.
MONKALINA. Lo ves, lo ves. Como yo quiero ser. ¿Pero qué pasó?
LOPSRAKO. Había cosas que no podía entender como la mayoría. Había cosas que no podía hacer como la mayoría. También había cosas que no podía decir. Era extraño. Parecía como si una voz profunda y paternal me recordara dónde estaba mi sitio, donde mis creencias y donde mi fuerza para vivir. Sufrí por un tiempo. Las tensiones eran duras, pero logré asumir quién era y todo volvió a su cauce. Volvió la paz y la tranquilidad y ahora estoy contento de ser lo que soy.
MONKALINA. ¡¡¡Maldita sea!!! Estamos locos como cabras. Eso no me ocurrirá a mí y seré la primera Hjsbagrtw que abandone el redil. La semana que viene me voy Lopsrako. Cuando vuelva ya te contaré. Estoy dispuesta acabar con este absurdo mito. Ahora déjame en paz y no me cuentes más milongas. Adiós.
LOPSRAKO. Adiós. Por ahora no diré nada a los Maestros Sabios. Serás tú quien los buscará pasando el tiempo.

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