(Continuación del epígrafe anterior)
Así hablaba Xrtnw-Glutg, habitante de las profundidades de la Tierra.
Cada vez que veo a un humano me da cierta repulsión, pero a veces los he de ver por necesidad. Es muy raro que ellos nos vean, y; si nos ven, nos confunden con cualquier bestia de las montañas. Cuando tenemos guerra entre nosotros y lanzamos nuestros aullidos de terror y desesperación; ellos a veces los oyen a través de cualquier grieta u oquedad en el suelo. Es raro que lo relacionen con nuestro mundo; suelen creer que se trata de cualquier fenómeno natural o animal. Los humanos pueden ser los animales más cobardes y supersticiosos de este sistema solar; o, por lo contrario, pretenden ser fríamente objetivos desechando cualquier explicación que se salga de sus parámetros de inteligencia y observación. Sea por uno o por otro jamás llegarán a saber quienes somos realmente. Es mejor que no lo sepan y que sigan en esa bendita ignorancia pretenciosa.
Porque si por casualidad llegan a saber quienes somos todo su mundo se trastocaría. No podrían soportar los horrores y las viscosidades que se esconden en lo profundo del planeta que compartimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario