Cuando entro en el extenso bosque denso y húmedo en el territorio donde vivo a veces me encuentro con siluetas que cruzan, sombras que circulan, susurros que se desvanecen, aullidos humanos que languidecen después de un tiempo. A veces. No siempre. Si es una sombra y está demasiado cerca, entonces distingo un claro rostro de bruja o brujo que no logra permanecer lo suficientemente consistente como para poder delimitar una clara fisionomía. En realidad son seres indefinidos que ya no subsisten en ningún cuerpo formado, con forma; sino que te das cuenta que son espectros que pretenden ser pero no son. Que se te aparecen y los ves y te miran y parecen querer apoderarse de tí para encontrar nueva forma, aunque sea robada o prestada, pero no es posible desde el momento que cuesta trabajo saber si esa sombra es algo real ahí afuera o es algo aquí dentro en mi alma. A veces no sé si el bosque mismo habita mi alma o es una entidad natural y real con esos árboles de troncos tan gruesos y centenarios y ese ramaje tan denso, tan tupido donde los pájaros y las ardillas encuentran protección. La humedad penetra mi cuerpo con intenciones de disolverlo y a veces parece lograr sumirme en un indecible sopor, pero por alguna razón fuera de mi comprensión logro permanecer como cuerpo. Aunque a veces dudo si soy un cuerpo.
No cabe duda que en este bosque no sólo habitan los árboles inmemoriales, también viven bajo tierra, en cuevas, en los ramajes de más densidad y altura: seres humanoides cuasi aéreos dotados de alas como de murciélagos. Nuestra vida está sometida a los sentidos, pero los sentidos se pueden atrofiar o dilatar en mayor y mayor sensibilidad y entonces comienzas a ver lo que tus vecinos o amigos no ven. Para ellos el mundo es consistente, algo real y dado, de sentido común y costumbres tan asentadas que viven confiados a pesar de sus contínuas desavenencias. Quizás lo que nos forma como cuerpos que se distinguen unos de otros es algo siempre en flujos de inestabilidad, de vaporosidad o viscosidad informe que va logrando encontrar forma creando sus tiempos y sus ritmos, sus extensiones y sus límites y circunscripciones; pero al mismo tiempo bajo el persistente peligro de ruptura y disolución, de fusión y confusión con algo que nos habrá de transformar o mutar... Dios mío, pero es posible que también un cuerpo y alma se vayan transformando lentamente en gradación inesperada hacia los espectros de las sombras, las siluetas, los aullidos.
Dudo. Tengo dudas. Este bosque me abruma. He de volver a mi triste mansión de viuda achacosa y solitaria del antiguo barrio de Huécanarsk donde casi siempre está lloviendo y el fuego del hogar ha de permanecer siempre encendido.
TRISTE PÉRDIDA
ResponderEliminarMe recomendó. Dijo que me recomendaba. Caminó por encima de la loma y luego desapareció. Quedé solo con la recomendación en la memoria. No supe salir del bosque. Tuve miedo de los fantasmas. Me olvidé de la razón por la que me había recomendado. Al fin encontré la cueva y allí estaba la viva leyenda de Ghurma. Me dejó entrar antes de que la oscuridad lo cubriera todo. Le dije que estaba perdido y recomendado. Se río y maldijo a los vivientes. Lo dijo así: "Maldigo a los vivientes." A mi me daba igual lo que dijera Ghurma. Su cueva era tan profunda que parecía no tener fin. Me dio de cenar y me dijo que durmiera al lado del fuego. Yo no duermo. Hace tiempo que no duermo. Sé que voy a empezar a flotar por el bosque. Estoy definitivamente perdido.
BRHUNKEL EL CONQUISTADOR HA LLEGADO
ResponderEliminarEn esta casa vivían Virnsna y el gato. Vivíamos juntos y felices. La casa estaba cerca de un bosque profundo. Era una casa heredada de mis antepasados con alguna renovación pero en lo sustancial era la misma casa de hacía siglos. Cuando en el invierno encendíamos el fuego del hogar, Virnsna, el gato y yo nos sentábamos cerca y Virnsna bordaba un mantel, el gato dormitaba y yo leía del Gran Libro para saber en qué punto de nuestra vida estábamos. Nuestros vecinos más cercanos estaban a un día de camino y el sendero sólo era transitado por nosotros. Vivíamos en plena soledad. Nunca nos aburríamos. El secreto eran nuestros vecinos del bosque. Siempre estaban allí y sabían el secreto de ser corpóreos e incorpóreos al mismo tiempo. Con ellos nos internábamos en el bosque y todo eran sorpresas. Aprendíamos a hablar con las plantas y los árboles. Sabíamos cómo tratar a un lobo o a un oso. Los rincones del bosque se nos hacían infinitos. No voy a seguir. El Gran Libro nos situaba siempre en el tiempo que no era tiempo pues no seguía una dirección sino muchas a la vez. Dejo mi escrito aquí abandonado antes de que los ejércitos de Brhunkel el Conquistador nos arrase. Pronto quemará la casa, violarán a mi hermosa Virnsna y el gato huirá por un bosque que ya está condenado para servir de madera para las monstruosas galeras de Brhunkel el Tirano.
ONCE UPON A TIME THERE WAS A TRUMPET PLAYER PLAYING ON TOP OF A HILL
ResponderEliminarOnce upon a time there was a trumpet player playing his instrument on top of a hill near a hamlet. It was such a beautiful sound that the children of the hamlet came out to see the trumpeter playing. Nobody knew where he was from but his music was harmony from the stars, and the people, not only the children, were surprised to hear such an enchanted call to the valleys, the forests, and the clear skies. Even the squirrels, the rabbits, and the cats and dogs of the hamlet were taken up by the charming mood the trumpeter was spreading with his sound. Everybody knew, even the sparrows and the swallows, that the trumpet player's soul was attuned with the higher soul of the angels in heaven, as that music wasn't a music of man, being almost perfect, like the perfection of an otherworldly sound.
"Grandpa", a child asked his grandfather, "how come this trumpet player can make such a incredible music that even the eagles gliding in the valleys, have slowed down their flight to hear that magic sound?"
"My grandson", answered his grandpa, "you must know there is a secret in the sounds you hear, and I'm talking about all the sounds, not just the magical sound of this unknown trumpeter."
"Wow! Tell me grandpa, I want to know that secret," said the child with wide open eyes.
"Yes, my son, all the sounds you here come from the same eternal and infinite sound of heaven: it's a sound much purer and clearer than the waters of our creek when running down from the mountains in the spring, as the purity in heaven is beyond our grasping".
"Yes, grandpa, I do understand".
"Good. So when the our planet came to be the sound was separated from heaven to become the sound of the earth, but nobody was able to hear any sound because there weren't any ears to listen to any sound or any music. Only when humans took over the planet they were able to differentiate sounds from music and music from noise. Because here on earth the pure sound of heaven was lost for the human ear, and instead they began to produce the only sounds they could make with their mouths: language."
"Yes, grandpa! I can talk and make sounds with my mouth all the time. I can even whistle or sing. I can say good or bad words with those sounds."
" That's it my son. That's the power we humans have. We speak and with the sounds we make we can communicate and communicating we can build Babel towers of confusion. But we can also sing and say stories from our ancestors, and keep the words written on books and documents and when we sing or recite poems we know we can reach a better sound, we can improve toward perfection, we can become a little like angels or gods being able to cry or love or show our happiness or desperations. We use sounds and music having in mind those sounds, those languages, those songs, or those noises could become pure and perfect sounds as they are in heavens."
"But, grandpa, many people use bad words, and they threaten other people to kill them, and many of my friends they cheat or even steal from others, or they lie to their teeth...Those sounds are bad sounds, grandpa."
"Yes, my son, but we humans are able to make beautiful music like this unknown trumpet player, our souls can somehow connect with the sounds of heaven making our earth a paradise for a time. We can also learn how to use the languages for telling the truth about ourselves. But we are also falling creatures struggling between the horrifying noises of hell and the harmonies of heaven."
At that moment the trumpeter stopped his playing and everything became silence.
BIENVENIDO AL NOÚMENO KANTIANO
ResponderEliminarLos juegos de sincronicidad llegan a aburrir. No hay nada nuevo en ellos. Todo se repite de forma mecánica y obsesiva. Los humanos viven en esa esfera invirtiendo su tiempo, su cuerpo y alma por imperativa supervivencia. No trates de romper esas estructuras que de alguna manera ordenan el mundo. No me refiero a sustituir unas estructuras por otras. Ahí entra el juego de la diacronía. Tienes otras estructuras en mente que llegado su momento se impondrán. Serán mejores, más justas, más humanas. Quizás. Son los juegos de las diacronías. Pero nunca hay libre juego de estructuras. Estas se sostienen en última instancia por la fuerza. La fuerza anónima de los estados: esos dioses encarnados en potentes máquinas que logran unificar voluntades por el único método posible en el planeta: el miedo. En última instancia el miedo. Quienes pierden el miedo saben que han de disimular. Simulación. Sí, yo pago mis impuestos y soy un honrado ciudadano.
¿Quién fabrica realidad? Hay dos modos de producción de realidades: las realidades sincrónicas y las diacrónicas. Incluyen lo visible y lo invisible. Todo el mundo está involucrado en sostener y producir realidades que se agotan al poco tiempo de ser producidas. No puede haber vacíos. Todo el mundo ha de decir algo. En todo momento hay que decir algo. Hablar, hablar.... El vacío nos da vértigo. Usted es un hombre culto y no para de comer cultura con ese cerebro que parece una hormigonera exprés. Hay inmensos mercados de cultura. No deje de cultivar cultura.
Sea usted libre dando el inimaginable salto mortal fuera de la existencia. No. No me refiero a la muerte. Me refiero a la vida subterránea que usted se ha labrado para sí. Una bruja le ha montado sobre su escoba y ahora es todo vertiginosamente incomprensible.
Bienvenido al noúmeno kantiano. Por fin se ha abierto al poder de la magia clandestina.