El aburrimiento te situa en el hastío. El
hastío es asco
por todo. Las energías dan vueltas en punto muerto. Nada te atrae, todo
lo
contrario: te repele. A veces existe la sensación de que todos los
intentos por
encontrar sentido se han frustrado, apagado, entumecido. Es como si el
mundo te
diera un corte de manga absoluto y se riera de ti diciendo: “Qué te
creías, majadero; por mucho que te imagines o pienses aquí no hay nada
más que absurdo y sin
sentido. Por mucho que le des vueltas a las cosas al final vuelves al
punto
cero. Me lo paso bomba contigo y con muchos como tú. Las cosas ocurren y
punto.
¿Te has dado cuenta que todo es efímero y que con lo efímero circula así
mismo un
transfondo de sádica y malvada perversión?”.
De repente mi vieja amiga Imaginación me llama desde lo
lejos. Las nubes del aburrimiento parecen disiparse. Al momento el escenario
del mundo me llama para la batalla; siempre hay una batalla que librar en este
mundo y nada ni nadie se mantiene en una postura neutral. ¡Librad los cautivos
de las mazmorras! ¡Meted a los viles en las mazmorras! Tirad las mazmorras,
pero al mismo tiempo id construyendo las nuevas.
Vuelve la energía. La vitalidad. Las ganas de luchar. Vuelve
el sentido, la razón de las cosas.
¡¡¡Ta ta chín!!! ¡¡¡He aquí Conan el Bárbaro en la cima de
la montaña!!!!!!!
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