A veces, cuando visitas una isla como Malta y te paras de repente en una calle solitaria ante una casa ya en ruinas y miras por la ventana, entonces he ahí el vivo recuerdo donde en otra época pretérita vivías tu infancia con una gran familia de antiguos comerciantes y tú, tus hermanos y hermanas jugábais en Marsaxlokk bajo un sol amable y una mar azul, mirando a la legendaria y temible África por donde venían a veces los sarracenos a saquearnos....
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