MALTA. COSAS DE HOTELES

 A las cinco de la mañana nos despertó la alarma del hotel y el corazón se nos puso a mil revoluciones por segundo. Al momento de sonar la alarma se oye un tremendo golpe como de tirar una puerta, luego más golpes brutales, y a continuación se escucha también un grito estremecedor. Entramos en pánico ¿Qué estará pasando? ¿Alguna detención de algún malhechor? ¿Algún incendio? Al poco tiempo vuelve el silencio. Vuelta a dormir si es posible. Hablamos de un hotel de cuatro estrellas. Aún no cogido el sueño y hacia las seis de la mañana vuelta a sonar la alarma, golpes tremendos y gente que habla a voces. De nuevo, al cabo de unos minutos, silencio. Me asomo al pasillo y no veo nada, no huelo nada. La noche anterior ya nos habían despertado con ruido de piqueta y taladradora hacia las 6 de la mañana. Muy temprano comienzan a trabajar en esta isla, pensé.Todo ese ruido hacía retumbar el hotel. Mejor levantarse ya. Nadie comenta nada en el self-service del desayuno. No tengo ganas de preguntar, pues la primera noche protesté enérgicamente al gerente por el tipo de miserable habitacion que nos habían reservado. Logré que nos cambiaran a una habitación digna o medio digna de un hotel de cuatro estrellas.

En la foto de abajo el autor de estas cónicas en Birgu, centro-fortaleza de la Orden de San Juan u Orden de Malta.

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12Rubén Darío Andrés Diaz, Diami Martin y 10 personas más