Buscar este blog

jueves, 23 de mayo de 2024

MALTA. EL SOSIEGO POR LAS CALLES DE ISLA

Después de la turbulenta y psicótica noche de hotel y todavía somnolientos, nos dirigimos a las.poblaciones de Isla y Birgu en autobús. De Gźira al "bus terminus" de Valletta lleva unos 20 minutos. Luego cogimos el 52 a Isla, al sur de Valletta, al otro lado de la ensenada derecha. Isla resultó ser un pueblo sosegado, tranquilo. Paseamos de un modo relajado, cuasi místico. La temperatura era amable, la brisa suave, las vistas siempre novedosas, plagadas de detalles. Siempre esos detalles que ofrecen las casas y sus ornamentos principalmente religiosos: vírgenes o santos pintados de colores sobre azulejos pequeños formando como un pequeño altar protector. Puertas, ventanas y balcones malteses con sus colores variados. Ventanas de diferentes formas, muchas arqueadas, otras con rejas elaboradas, balcones silenciosos sin nadie que se asomare por ellos.
Entramos en una especie de café local con gente puramente nativa hablando y observandonos. No vemos ningún turista. No hay turistas, y nosotros no queremos ser turistas, nosotros somos gente de aquí, somos también malteses, de pura cepa. Un café por favor, déjennos ser de aquí, somos ya hijos de la isla, iniciados en la vida maltesa y orgullosos de serlo. ¿De dónde somos? De ningún sitio, cuéntenos la historia de Isla y Birgu. Nosotros les contaremos la historia de un pueblo siempre errante por continentes e islas de mar.
Todas las reacciones:
Alfonso Roa Marco, Deli Fernández Ordiz y 13 personas más


No hay comentarios:

Publicar un comentario